Haz la señal de la cruz sobre la frente de la persona que es blanco de envidia con el dedo mojado en una mezcla de agua y sal gorda y di:
“Si padeces de mal de ojo o de ojos atravesados, yo te bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Yo te bendigo con el santo del lunes, del martes, del miércoles, del jueves, del viernes, del sábado y del domingo. Dios te mire y Dios te quite la mirada, reitre este mal de ojo que se te ha creado entre la carne y los huesos. Que salga de los huesos y vaya hacia la piel, y que de allí salga y se vaya al río Jordán, donde no le haga mal ninguno a ningún cristiano. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
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